Ayer se marcó un hito histórico en la historia de la carrera espacial. Era la primera vez que el ser humano conseguía llegar a la superficie de un cometa a través de una sonda espacial, eso sí, sin tripulación.
67P/Churyumov-Gerasimenko es el nombre del comenta en el que la sonda espacial Philae consiguió aterrizar tras desprenderse pocas horas antes de la nave «Rosetta». Ésta llevaba en órbita desde 2004, cuando emprendió rumbo hacia el cometa, desde entonces ha viajado por el sistema solar a 510 millones de kilómetros de distancia de la tierra. El aterrizaje en dicho cometa empezó el 6 de agosto, tres meses antes y ha aterrizado en un lugar que han bautizado como Agilkia.
La operación fue todo un éxito a pesar de su alto riesgo, debido a que uno de los anclajes no se disparó a tiempo y no se quedó anclado.“Philae nos ha hablado, ha aterrizado… ¡Estamos en la superficie del cometa!”, anunció, Stephan Ulamec desde Colonia. La nave continúa orbitando alrededor del cometa estudiándolo durante meses, mientras que el Philae empezará a extraer datos científicos desde el suelo.