El presidente del Gobierno se presento ayer ante el Congreso de los diputados con un discurso centrado en la recuperación económica y en el que Mario Rajoy se presento triunfalista apoyado en datos macroeconómicos de la salida de España de la crisis y el inicio de una época esperanzadora. Atrás queda el discurso del año pasado con grandes recortes económicos y de libertades en el que fue interrumpido en numerosas ocasiones por aplausos y ovaciones del resto de diputados de su partido.
Rajoy que no entro en otros temas que fueran más allá de la salida de España de la crisis anuncio por primera vez en su legislatura de medidas positivas como una inconcreta reforma fiscal y algunas ideas para ayudar a fomentar la contratación. Durante todo su discurso el Presidente del Gobierno no llevo ningún plan concreto no habló de ningún otro tema que no fuera la bajada de la prima de riesgo y la esperanza tras haber salvado a España del colapso.
El Presidente omitió todos los temas escabrosos que preocupan a la opinión pública de la reforma del aborto, que tanto divide a su partido no hizo ningún comentario en todo su discurso. La corrupción que se extiende por España como uno de sus grandes males, Mariano Rajoy la solventó haciendo referencia a una reforma legal que nunca termina de llegar y ante la muerte de 15 inmigrantes en Ceuta uso una frase que aludía a la Unión Europea.
Alfredo Pérez Rubalcaba, que según muchos expertos, realizó su mejor debate desde que está en la oposición y paradójicamente uno de los últimos puso coherencia al debate e intento poner al Presidente del Gobierno los pies en la tierra con la pregunta ¿usted en qué país vive?
Además de los muchos problemas que preocupan a los españoles no parece una buena estrategia dar un discurso sobre el estado de la nación hablando de salida de la crisis, de esperanza, de crecimiento económico, cuando existen colectivos de la población como: desempleados, jubilados, dependientes, estudiantes… que juntos con recortes y la situación económica del país están sufriendo una realidad económica muy diferente a la esperanzadora que ayer planteo el seños Rajoy.