Esta pregunta nos la venimos haciendo desde que la moda de los SMS se extendiera entre los jóvenes a principio del milenio y sigue siendo un miedo que tenemos en la actualidad con el apogeo que tiene el nuevo servicio de mensajería rápida Whatsaap en nuestro país que ha sustituido a los SMS.
A pesar de lo que podía parecernos los hábitos de los jóvenes de comerse y acortar las palabras cuando redactan sus mensajes no cambia lo que saben de ortografía, incluso puede que dominen mejor las reglas del lenguaje que quien sigue la regla. Un estudio de universidades francesas, sostiene que a los alumnos no les influyen sus hábitos de escritura a la hora de escribir sus mensajes cortos que también podrían extenderse a Whatsapp. Los jóvenes juegan con el lenguaje y saben cuando pueden jugar y cuando no con él.
La forma de comunicarse de los jóvenes que cada vez disponen a edades más tempranas de un teléfono móvil, preocupa a los padres y educadores. El estudio se realizo con alumnos nativos de lengua francesa de clase media a los que se les dio teléfono con la función de diccionario predictivo desactivada y con acceso a bloqueado a diccionarios online. Se analizaron la escritura de los mensajes que habían enviado durante 12 meses para ver si modificaban sus hábitos de escritura.
El estudio concluye que los alumnos no modificaron sus competencias ortográficas, salvo a la hora de redactar sus mensajes de Whatsapp al final lo expertos afirman que comerse y acortar palabras en sus mensajes no es más que traducir un periodo de rebeldía y parece que no hay porque preocuparse.
