El 24 de julio marcó un antes y un después de este caluroso verano debido al descarrilamiento del Alvia que llevaba a 214 pasajeros a bordo con la ilusión de vivir un año más las fiestas gallegas.
Eran las 21:40 cuando el tren dejo de llevar su curso para estamparse en una de las curvas más peligrosas así denominadas por los técnicos ferroviales que diagnostican las vías.
Un sinfín de heridos y 79 víctimas son las consecuencias más inmediatas de este trágico accidente que tiño de negro el día del Apóstol.
Sin menospreciar las consecuencias más directas a víctimas y familiares, éstas pueden llegar más allá y tener impacto directo en la economía española, según explicaba Feijóo, presidente de la Junta de Galicia desde 2009, y que podemos leer con más detenimiento en http://www.elmundo.es/elmundo/2013/07/27/espana/1374938911.html
La Alta velocidad en entredicho
España es uno de los mejores países con servicios en alta velocidad y asimismo seguridad. Por esta misma razón, los expertos han explicado que la grave tragedia de Santiago no corresponde al AVE como algunos están intentando señalar, para perjudicar los posibles proyectos de Renfe de expandir sus nuevos servicios a diferentes países para que ellos puedan también disfrutar de las ventajas del mismo.
Brasil es el proyecto más cercano en el futuro que tiene Renfe, para proyectar los servicios de alta velocidad a tierras brasileñas