La creatividad es un músculo que debe mantenerse en constante ejercicio para que funcione de manera consistente. Muchas veces, a la hora de llevar a cabo un trabajo, podemos llegar a sufrir de bloqueos que no nos permiten alumbrar buenas ideas; esto, pasa con mayor frecuencia en el ámbito artístico, sin embargo, todos los seres humanos necesitamos algo de creatividad para resolver problemas cotidianos.
Para ayudarte a desempolvar tu manual creativo, vamos a darte algunos tips y recomendaciones que te ayudarán a mantenerte en un constante estado creador.
Libera tu mente: Antes de llevar a cabo cualquier proyecto que requiera de una gran dosis de creatividad, despeja tu mente de cualquier prejuicio o preocupación. La inspiración puede llegar desde cualquier lugar, en cualquier momento, por ello, es necesario mantener la mente abierta a los nuevos estímulos.
Da un paseo inspirador: No es extraño que no venga ninguna idea extraordinaria, si estás sentado frente a tu escritorio con un rotulador en la mano, y la cabeza eternamente mirando hacia el techo. La inspiración no llegará si la buscas de la manera equivocada, y muchas veces, por más que nos esforcemos no obtenemos ningún resultado. En estos casos, lo más recomendable, es darse un respiro; abre la puerta de tu habitación u oficina, sal, y da un paseo. El aire fresco y el medio ambiente, pueden ser de gran ayuda.
El desorden no siempre es un caos: ¿Recuerdas cuando mamá te insistía en limpiar tu habitación? Bien, resulta, que no siempre es adecuado a la hora de llevar a cabo un trabajo creativo. Existen diversos estudios que demuestran, que un ambiente o una rutina desordenada, puede ayudarnos a dar más creativos.
Relájate y diviértete: La creatividad se trata de expresividad, color, emoción, sensación… el estar expuestos a situaciones nuevas, nos da la capacidad de expandir nuestros jugos creativos. Escucha tu canción favorita mientras trabajas, invita a un amigo a cenar el día anterior, lee un libro ligero. Todas estas actividades crean una zona de relajación y confort, que nos renueva y nos llena de nuevas perspectivas.
Analiza las propuestas similares que se encuentran en el entorno: Lógicamente, la originalidad es imprescindible en cuanto a la creatividad se refiere; pero siempre podemos observar el punto de vista de otras personas para tomar un punto de partida.
Sé espontáneo: Cuando somos niños, somos seres creativos e imaginativos por naturaleza, porque no nos sentimos constantemente presionados por el tiempo. Una forma de llevar a la luz a tu niño interno, es haciendo esas cosas que hacías en aquella época simplemente por diversión; como rayar hojas de papel: puedes hacer líneas con crayones y escribir cosas sin sentido; esto, en un determinado momento, se convertirá en una idea concreta.
Cuando nos presionamos a nosotros mismos en busca de ideas creativas, suele ocurrir, que nuestro flujo imaginativo se bloquea, y no sirve de nada intentar sacarlo de esa zona oscura por la fuerza. Lo mejor es intentar convéncelo por medios llenos de colores y una novedad asombrosa.